¿Qué impresora tiene los cartuchos más baratos?

Hay una antigua frase latina que dice “El verbo vuela, pero lo escrito permanece”, marcando así la importancia de dejar en físico nuestras creaciones mediante la palabra. Para lograr esto, primero usamos la escritura manual, luego inventamos la imprenta, más adelante la máquina de escribir y llegamos a la revolución informática con la creación del ordenador.

En los años 80 del pasado siglo, la impresora electrónica vino a ser la pareja ideal del ordenador para democratizar la posibilidad de plasmar nuestros trabajos en papel y divulgar nuestras ideas. Inicialmente, fueron las impresoras láser, empleando tóner, y posteriormente, se inventó el cartucho de tinta líquida, con las impresoras Inkjet o de inyección de tinta.

En este punto, la posibilidad de imprimir quedó a disposición de todos, desde el hogar hasta la oficina, desde las tareas escolares, pasando por los documentos oficiales o informes de trabajo, hasta la publicidad off line.

Sin embargo, como siempre, hay un talón de Aquiles en el sistema y es el costo de la tinta. Efectivamente, en algunos casos, una impresora puede ser más barata que lo que costarán, luego, los cartuchos de repuesto.

De hecho, los gastos en tinta de impresión representan un porcentaje importante en pequeñas empresas que requieran hacer uso de este servicio con regularidad.

Por tanto, a la hora de adquirir una impresora, sea para el uso doméstico o con fines laborales, es muy relevante determinar qué impresora te permite el mayor ahorro de tinta posible.

Cartuchos con cabezal incorporado o sin cabezal

El cabezal es la pieza que tiene por función distribuir sobre el papel la tinta suministrada por los inyectores. Dependiendo del diseño tecnológico, estos cabezales pueden encontrarse en la impresora o pueden estar en el cartucho de tinta.

Esto varía según la marca de impresora e, incluso, según el modelo de impresora dentro de una misma marca.

Cada estrategia tecnológica tiene pros y contras. Por ejemplo, si el cabezal se encuentra en el cartucho, no se requiere realizar el proceso de alineación periódico. Tampoco enfrentarás la posibilidad de desgaste del cabezal, ya que, antes, habrás cambiado el cartucho al terminarse la tinta.

Sin embargo, los cartuchos que incorporan el cabezal son más costosos, encareciendo sustancialmente el precio de recambio de tinta.

Por su parte, aquellas impresoras que poseen el cabezal en la propia máquina, solicitan alineaciones con cierta frecuencia. Además, existe el problema del desgaste del cabezal con el tiempo, sobre todo si no realizas el mantenimiento adecuado periódicamente.

Si usas poco tu impresora, la tinta tiende a secarse en el cabezal bloqueándolo. Por lo que, en estos casos debes realizar las limpiezas regulares del cabezal.

En este sentido, marcas como EPSON y Brother, tienen los cabezales y los inyectores en la impresora, por lo que sus cartuchos de tinta son más económicos. Mientras que marcas como HP y Canon optan por instalar los cabezales e inyectores en sus cartuchos, resultando productos más caros.

El uso de cartuchos compatibles versus originales

Afortunadamente, han proliferado las empresas dedicadas a proporcionarnos cartuchos de tinta que, no siendo originales, son compatibles con la mayoría de los modelos de impresoras de las distintas marcas.

Así que, tal como nos explica acertadamente el portal ZigZagDigital, puedes adquirir la impresora de tu preferencia y luego optar por cartuchos compatibles en lugar de cartuchos OEM o Original Equipment Manufacturer.

Los cartuchos OEM son aquellos producidos por las propias compañías productoras de la impresora para la que son diseñados. En tanto que los compatibles son cartuchos que, aunque son fabricados por otra empresa, garantizan la compatibilidad con determinados modelos de impresoras.

Lo importante es que te cuides de verificar la calidad del cartucho compatible, para lo cual debes asegurarte de que posee el certificado ISO 9001 en su etiqueta. Lo cual garantiza que los cartuchos han pasado por rigurosos controles de calidad.

Estos son cartuchos que, incluso, en ocasiones son más rendidores que los originales y no tienen que envidiarles nada en calidad, aunque son más económicos. Puedes llegar a ahorrar hasta un 60% de costos en tinta usando este tipo de cartuchos.

Su menor precio está relacionado con el uso de piezas recicladas en su fabricación y los ahorros implícitos en lo que a manejo de las grandes marcas se refiere.

Por otra parte, al menos en el ámbito europeo, no tienes que preocuparte por la posibilidad de que se anule la garantía de tu impresora por usar cartuchos compatibles, ya que, la normativa europea prohíbe anularla por el uso de consumibles provenientes de un origen diferente al del equipo al cual están destinados.

El sistema de tinta continua

Este sistema, denominado CISS, por sus siglas en inglés (Continuous Ink Supply System), consiste en unos depósitos especiales de mayor capacidad que un cartucho de tinta promedio, que pueden ser recargados de tinta directamente. Estos depósitos alimentan a los inyectores mediante tubos de silicona.

Originalmente, se trataba de sistemas adaptados sobre impresoras no fabricadas con este fin, sin embargo, en la actualidad, consigues modelos de tinta continua en el marcado. Por ejemplo, la HP Smart Tank, la versión de SAMSUNG o la EcoTank de EPSON.

Estos sistemas son particularmente útiles para quienes realizan numerosas impresiones y con alta frecuencia. Te permite evitar los inconvenientes de quedarte sin tinta en el momento menos adecuado y reduce los costos, ya que, la tinta se adquiere en envases y se agrega a los depósitos.

Así mismo, contribuyes con la conservación ambiental al reducir los desechos, por no tener que estar sustituyendo cartuchos que iran a parar al botadero, siendo elementos altamente contaminantes. Por otra parte, la mayoría de estos sistemas cuentan con chips autoreiniciables que controlan las recargas automáticas.

Ahora bien, cuando se trata de sistemas de tinta continua no originales, sino de adaptaciones, debes tener en cuenta la posibilidad de ciertos inconvenientes. Tal es el caso de la pérdida de la garantía de tu impresora, al haber hecho modificaciones en ella.

Además, no todos los modelos de impresoras son compatibles con sistemas CISS. Adicionalmente, al estar pensado para un uso continuo e intenso, sin duda, tu impresora requerirá un mantenimiento más frecuente.