Uno de los grandes problemas en el mundo moderno, es el alto consumo de energía, principalmente de fuentes no renovables. Se estima que las ciudades consumen casi un 80 % de la energía que se produce en el planeta, ocupando apenas el 3% de su superficie.
Además, en estos sitios con grandes concentraciones humanas, se genera más del 60 % de los gases de efecto invernadero. Y el panorama a futuro no parece mejorar, debido a que se espera un aumento importante de la población urbana en los próximos 30 años.
Para reducir el efecto negativo de las ciudades en el ambiente y generar un impacto positivo, se busca que las edificaciones se construyan con sentido de sostenibilidad y eficiencia. Conoce qué es un edificio energéticamente sostenible y sus características más importantes.
¿Qué es un edificio energéticamente sostenible?
Según un estudio realizado en la Unión Europea, los edificios son responsables del consumo de aproximadamente el 40 % de la energía. Además, un 36 % de gases efecto invernadero, se generan debido a la producción de energía proveniente de combustibles fósiles.
A pesar de esta realidad, se estima que un 75 % de los edificios construidos no son energéticamente sostenibles. Es decir, no tienen la capacidad de usar energías limpias o reducir el uso de la misma, aprovechando criterios de construcción más eficiente.
Por tanto, para que un edificio se considere energéticamente sostenible, debe tener algún sistema de energía renovable y reducir la emisión de carbono. Para esto, tiene que seguir ciertos parámetros, como tomar en cuenta la zona donde se ubica, el aislamiento térmico y contar con sistemas de seguimiento de consumo.
Características de los edificios energéticamente sostenibles
La Unión Europea tiene como meta, llegar a una economía libre de emisiones de carbono y más eficiente en el uso de la energía para 2050. Esto no será posible si los edificios no ajustan el consumo energético, a fin de volverse mucho más eficientes.
En este sentido, se han definido distintas características que permiten un mejor aprovechamiento de la energía, generando un impacto medioambiental positivo:
Ubicación del edificio
Uno de los primeros factores, es que la edificación debe ubicarse en una zona apta para el uso que tendrá. No debería afectar áreas naturales y estar las características geológicas del terreno, ser adecuadas para sostener el edificio.
Asimismo, se debe evitar estar cercano a fuentes de contaminación atmosférica, sónica o de las fuentes de agua. En la medida de lo posible, se debe promover el desarrollo de espacios verdes, que contribuyan a mejorar las condiciones climáticas alrededor del edificio, de manera natural.
Orientación de la construcción
Para que un edificio sea energéticamente sostenible, debe orientarse de manera que aproveche al máximo las condiciones climáticas de la zona. Por ejemplo, para recibir la mayor cantidad de luz solar durante el día, contribuyendo a reducir el uso de electricidad para iluminación.
Igualmente, tomar en cuenta la dirección de los vientos, a fin de que el aire circule de manera más eficiente, y mantenga una temperatura más estable todo el año. Esto ayudará a reducir el gasto energético en climatización.
Uso de materiales sostenibles
Cuando se construye un edificio, muchos de los materiales utilizados han requerido un importante uso de energía para su fabricación. En el caso de plásticos y otros materiales de construcción, requieren procesos industriales que generan altas emisiones de carbono.
La madera incluida puede provenir de bosques naturales, que son talados sin control, con impacto directo en el calentamiento global. Por esto, un edificio sostenible debe cuidar el uso de materiales con menor impacto ambiental.
Siempre que sea posible, se deben usar materiales reciclados, así como madera proveniente de bosques con certificado de sostenibilidad. Asimismo, preferir aquellos que se fabrican siguiendo estándares de uso eficiente de la energía.
Instalación de energías limpias
Cada vez más, se promueve el uso de energías renovables que favorezcan el autoconsumo, como es el caso de paneles solares. En el siguiente post de que.es, leemos que distintas empresas, particularmente dentro de la arquitectura modular, apuestan a la incorporación de energía solar.
De esta forma, se reduce de manera importante el uso de energía proveniente de combustibles fósiles y los edificios se vuelven más sostenibles. El impacto medioambiental es positivo y se puede combinar con sistemas de climatización eficientes, como la aerotermia.
Para ir hacia una sostenibilidad más integral, también se pueden incorporar mecanismos para el uso más racional del agua. Entre otros, reciclaje de aguas grises para riego, menor uso de caudal en espacios públicos y utilización de electrodomésticos eficientes en usar este recurso.
Lograr un buen aislamiento térmico
La climatización es el principal factor de consumo en cualquier edificio urbano, por lo que un buen aislamiento térmico es clave para hacerla más eficiente. Es importante incorporar elementos como ventanas de cristal doble, así como marcos con buena estanqueidad.
Evitar los puentes térmicos combinando materiales, así como colocando materiales aislantes en la parte exterior de los edificios. Cuando se hace de manera correcta, la reducción en el consumo de energía para climatizar puede ser mayor al 60 %.
Contar con un sistema de seguimiento y control
Un edificio energéticamente sostenible debe regularse, y ajustar aquellos aspectos que no estén funcionando correctamente. Además, debe responder a las necesidades de sus usuarios, a fin de ofrecerles confort y funcionalidad.
Por esto, es de gran importancia incorporar tecnologías inteligentes que permitan evaluar el uso de la energía en los distintos espacios del edificio. Esto permitirá hacer los ajustes y utilizar sistemas más eficientes, según el uso.