Estrategias para reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual

Año tras año, vemos cifras récord en la incidencia de ETS, lo cual es preocupante. Aunque es cierto que muchas de estas enfermedades pueden tratarse o incluso curarse, no debemos olvidar que pueden desencadenar complicaciones severas, e incluso mortales, si se dejan sin atención. Por ello, es importante estar informados sobre sus causas, cómo prevenir su transmisión y la importancia de realizar pruebas de detección.

Las ETS pueden ser causadas por una variedad de agentes patógenos, incluyendo bacterias, virus y parásitos. Lo que tienen en común estas enfermedades es su modo de transmisión: el contacto sexual. Esto incluye no solo el coito, sino también otras formas de interacción sexual que pueden facilitar el paso de estos organismos de una persona a otra.

ETS más conocidas y comunes

Entre las ETS más conocidas y comunes se encuentran:

  • Clamidia: Una infección bacteriana que puede no mostrar síntomas, pero que puede causar problemas serios a largo plazo si no se trata.
  • Gonorrea: Otra infección bacteriana, que al igual que la clamidia, a veces puede pasar inadvertida.
  • Hepatitis B y C: Virus que afectan principalmente al hígado y pueden transmitirse sexualmente, además de otros modos de transmisión.
  • Herpes genital: Causado por el virus del herpes simple, puede producir llagas dolorosas y aunque no tiene cura, existen tratamientos para manejar los síntomas.
  • VIH/SIDA: El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) puede llevar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), una enfermedad crónica y potencialmente mortal.
  • Virus del papiloma humano (VPH): Existen muchos tipos de VPH, algunos de los cuales pueden causar cáncer.
  • Sífilis: Una infección bacteriana que puede causar daño grave a largo plazo si no se trata.
  • Tricomoniasis: Una infección causada por un parásito, que es más común en mujeres pero también afecta a hombres.
  • Verrugas genitales: Generalmente causadas por ciertos tipos de VPH.

Señales de que puedes tener una ETS

Aquí te comparto algunas señales que podrían indicarte que es momento de consultar a un especialista por una posible ETS, extraídas de este artículo de ElIcebergDeMadrid. Recuerda, la detección temprana y el tratamiento son claves.

Cuando algo no va bien en tus partes íntimas:

  • Si notas secreciones que no son comunes para ti, como un flujo del pene o una secreción vaginal que huele mal, tiene un color o cantidad diferente.
  • ¿Ves algo diferente? Como bultos, verrugas, o llagas cerca de tus zonas íntimas o el ano, es momento de prestar atención.
  • Molestias en el área genital, como rojeces, comezón que no cesa, dolor, o hinchazón, no son señales para ignorar.
  • El sexo se ha vuelto doloroso. Si antes disfrutabas y ahora duele, es un indicador importante.

Otros indicios que tu cuerpo puede enviarte:

  • Si ir al baño a orinar se ha convertido en una tortura o sientes la necesidad de ir mucho más seguido.
  • Erupciones en la piel, o si notas que tu piel o los blancos de tus ojos se tornan amarillentos (ictericia), es algo fuera de lo común.
  • Síntomas generales como fiebre, escalofríos, dolores que no se van, pérdida de peso sin razón, diarrea o sudores nocturnos. Incluso un dolor de garganta persistente o llagas en la boca que aparecen sin razón pueden ser señales.

Cómo prevenir las ETS

Para mantenernos a salvo de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), es fundamental adoptar prácticas sexuales seguras. Esto implica, primero que nada, establecer una comunicación abierta y honesta con nuestra pareja sexual. Es importante conocer su historia sexual y entender sus hábitos o preferencias que podrían incrementar el riesgo de contagio de ETS. Asimismo, es vital evitar comportamientos de riesgo, como tener relaciones sexuales con múltiples parejas, y asegurarnos de utilizar métodos de protección de manera consistente.

Aquí te dejo algunas estrategias efectivas para minimizar el riesgo de contraer ETS:

  • Abstinencia: La decisión de no participar en actividades sexuales (incluyendo sexo vaginal, oral y anal) es el método más seguro para prevenir cualquier infección.
  • Vacunación: Consulta con tu médico sobre la posibilidad de vacunarte contra el virus del papiloma humano (VPH) o la hepatitis B, dos enfermedades que pueden transmitirse sexualmente.
  • Seleccionar cuidadosamente a tus parejas sexuales: Tener menos parejas y asegurarte de que tanto tú como tu nueva pareja se sometan a pruebas de detección de ETS antes de iniciar una relación sexual puede ayudar a prevenir la transmisión de enfermedades.
  • Monogamia mutua: Acuerda con tu pareja ser exclusivos sexualmente el uno para el otro. Esto significa compartir un compromiso de no tener relaciones sexuales fuera de la relación.
  • Uso correcto de preservativos: Emplear condones de látex de manera adecuada y constante es una medida altamente efectiva para reducir el riesgo de transmisión de ETS. Para aquellos alérgicos al látex, hay alternativas disponibles, aunque es importante tener en cuenta que pueden presentar una mayor probabilidad de romperse.

¿Quién debería hacerse la prueba de ETS?

Si eres una persona activa sexualmente o estás considerando iniciar tu vida sexual, es crucial dialogar con tu médico de cabecera acerca de las pruebas y medidas preventivas contra las ETS. Además, es recomendable someterse a pruebas antes de iniciar una relación sexual con una nueva pareja o si existe alguna preocupación sobre la posibilidad de haber contraído una ETS.

La importancia de las pruebas de ETS radica en las consecuencias que estas enfermedades pueden tener en nuestra salud. Las ETS, si no se diagnostican y tratan a tiempo, pueden desencadenar una serie de problemas serios e incluso mortales. Entre estos se incluyen la infertilidad, daños neurológicos, diversas formas de cáncer y, en casos extremos, la muerte. En los Estados Unidos, las ETS representan un desafío significativo para la salud pública, causando un alto grado de morbilidad y mortalidad.

Entiendo que el tema de las ETS puede ser delicado y, a veces, incómodo de abordar. Si sientes nerviosismo o vergüenza al momento de solicitar información o pruebas sobre ETS, quiero que sepas que tu médico está allí para apoyarte. Los profesionales de la salud están preparados para manejar estas conversaciones con discreción y profesionalismo, y su objetivo es ayudarte a mantener una vida sexual sana y segura.

Es comprensible que el proceso de hacerse pruebas de ETS pueda ser estresante, especialmente si tienes dudas o sospechas sobre tu estado de salud en relación con estas enfermedades. Sin embargo, es crucial superar estos temores y realizarse las pruebas. Identificar y tratar cualquier enfermedad de transmisión sexual de manera oportuna es fundamental para prevenir complicaciones a largo plazo.

Recuerda, conocer tu estado y tomar acciones preventivas o correctivas es un paso esencial hacia el cuidado de tu salud sexual y general.