Abrir una relación no es para todos, pero para quienes lo intentan con compromiso, respeto y una buena dosis de comunicación, puede ser una experiencia transformadora. Ya sea porque buscas explorar nuevos caminos o porque ambos sienten que es el momento de dar ese paso, abrir una relación es un terreno delicado pero lleno de posibilidades.
Para que esta aventura no termine en desastre, hay que tener claras algunas claves. Aquí no hay recetas mágicas, pero sí herramientas para que lo hagáis de forma sana y respetuosa. Prepárate, porque esta guía está pensada para que construyáis juntos algo que funcione sin que la confianza y el amor queden en el camino.
- Habladlo con total honestidad
La apertura de una relación debe nacer de un diálogo sincero. Hablad sin filtros sobre vuestros deseos, miedos y expectativas. Es clave que ambos estéis en la misma página y que este paso no sea producto de la presión de uno sobre el otro. Sin honestidad, cualquier intento de abrir la relación está condenado al fracaso.
- Estableced límites claros
No hay una sola manera de abrir una relación, pero para que funcione, es fundamental definir los términos. Decidid juntos qué está permitido y qué no lo está: desde qué tipo de interacciones son aceptables hasta cómo manejar la información entre vosotros. Los límites serán el marco de seguridad que os permita navegar sin sobresaltos. Fuente de la información: https://www.madridiario.es/guia-basica-para-abrir-tu-relacion-y-lograr-que-funcione
- Entended vuestras motivaciones
¿Por qué queréis abrir la relación? Reflexionad sobre vuestros motivos y sed honestos al respecto. Abrir la relación para «arreglarla» o por puro miedo a perder a la otra persona no es una buena idea. Este paso debe surgir de un deseo compartido y no como un parche.
- Educación emocional al frente
Abrir una relación significa enfrentarse a emociones intensas como los celos, la inseguridad o el miedo. Trabajad en vuestra inteligencia emocional y aprended a gestionar esas emociones. Terapia individual o de pareja puede ser una gran herramienta para fortalecer vuestras bases emocionales.
- Comunicación constante
Abrir la relación no es algo que se haga una vez y ya esté. Mantened una comunicación constante para revisar cómo os sentís, cómo van las cosas y si hay que ajustar algo. La transparencia y la escucha activa son imprescindibles para que todo fluya.
- Respetad el ritmo de cada uno
No todos procesamos los cambios al mismo ritmo. Si uno necesita más tiempo para adaptarse, respetadlo. Evitar la prisa es clave para que ambos os sintáis cómodos con el proceso. Esto no es una carrera; es un viaje que se recorre juntos.
- Evitad comparaciones
Uno de los mayores peligros al abrir una relación es caer en las comparaciones. Cada persona y experiencia será diferente, pero ninguna debería amenazar el valor de vuestra relación principal. La seguridad mutua debe estar siempre por delante.
- Aseguraos de que la confianza sea irrompible
La confianza es el pilar fundamental en cualquier relación abierta. Si hay grietas en la confianza, es mejor trabajar en ellas antes de abrir la relación. Sin una base sólida, este cambio puede convertirse en una fuente de conflicto.
- No olvidéis el cuidado mutuo
Abrir una relación no significa descuidar la que ya tenéis. Reservad tiempo de calidad para vosotros como pareja y aseguraos de que vuestra conexión siga siendo una prioridad. El cuidado mutuo no debe ser negociable.
- Aceptad que habrá errores
Nadie es perfecto, y abrir una relación implica ensayo y error. Aceptad que cometer errores es parte del proceso, pero comprometeos a aprender de ellos y mejorar juntos. Lo importante es que ambos estéis dispuestos a seguir trabajando en equipo.
- Revisad y ajustad las reglas cuando sea necesario
Lo que funciona hoy puede no funcionar mañana. Revisad periódicamente las normas que habéis establecido y adaptadlas a vuestras necesidades actuales. La flexibilidad y la adaptación son claves para que el camino siga siendo viable.